La experiencia de usuario en el mantenimiento de instalaciones


 

El correcto diseño de espacios y su gestión prolongan el ciclo de vida de un edificio.  

Nos hemos acostumbrado a que los edificios de entornos financieros sean fácilmente reconocibles por su hormigón, acero y fachadas acristaladas.

La arquitectura contemporánea ha definido sus reglas a la estricta funcionalidad de los edificios y parece que estas reglas han calado entre la sociedad. Ya sea un centro comercial, un museo, un hospital o una sede corporativa, el diseño conceptual de la edificación cada vez parte menos de una inspiración estética concebida por el arquitecto, o del al menos un equilibrio entre lo estético y lo utilitario, para limitarse a la apariencia moderna de un habitáculo rigurosamente funcional, cuando no supeditado al mero aprovechamiento del terreno.

 

El ciclo de vida de un edificio y sus diferentes puntos de vista…

 

Desde el punto de vista del Facility Management esto entraña una paradoja. Al convertir el recinto en una máquina habitable, alineada solo con su función, vamos transformando el edificio en un activo igualmente reemplazable, aunque queramos extender su vida útil lo más posible. Sucede que no hay apego entre el usuario y el espacio.

Por ejemplo, un hospital o un centro universitario, son edificaciones muy útiles y abocados a lo que son, pero inevitablemente temporales.  

Desde un punto de vista lógico, la verdadera clave para construir instalaciones duraderas, energéticamente eficientes y hasta ecológicas consiste en regresar al marco de diseño de la arquitectura clásica. Construir por y para la gente, no sólo para la funcionalidad. Si se piensa con detenimiento, es mucho más sencillo de demoler un moderno edificio de oficinas que un histórico palacio de justicia.

Un edificio extiende su ciclo de vida cuando la gente desea preservarlo.  

La cuestión a valorar es la siguiente ¿qué ocurre cuando la infraestructura ya ha sido construida o ha de ser estrictamente e inevitablemente funcional? El principio, se mantiene. Aunque el diseño arquitectónico, exterior o interior, tiene especial relevancia, es el confort y la satisfacción del usuario lo más determinante para activar el apego emocional hacia el espacio que se habita.  

La esencia del mantenimiento sostenible e inteligente en Facility Management es la integración entre personas, espacios y los procesos en la instalación. En términos prácticos, la gestión de activos implica la gestión conjunta del mantenimiento e infraestructura, cada uno con su plan de mantenimiento, pero integrando ambos un plan general.  

 


Laura Magán

ESG Green Building Consultant en Ineria Management