De acuerdo con el último Informe publicado por La Alianza Mundial para Edificios y Construcción (Global ABC) sobre el estado mundial de los edificios y la construcción 2022, el sector edificatorio actual es el responsable de más del 37% de las emisiones de CO2 asociadas a la energía y sus operaciones en todo el mundo.

En respuesta a esta situación, la tendencia actual del sector edificatorio es la de llevar a cabo actuaciones alineadas con la ruta propuesta por la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (EPL 2050), cuyo objetivo de cara a 2050 es el de reducir hasta en un 90% las emisiones del sector con respecto a las de 1990.

Hasta ahora, la mayoría de los esfuerzos se habían centrado en tratar de reducir el impacto asociado a la fase operacional de los edificios. Sin embargo, el creciente compromiso por frenar esta crisis climática ha puesto de manifiesto la necesidad de poner el punto de atención sobre el carbono embebido de la edificación; De hecho, es sabido que entre un 10% y un 20% de las emisiones totales de los edificios provienen de los propios materiales, los procesos de construcción, el transporte, y la fase de fin de vida del edificio.

Análisis de Ciclo de Vida como herramienta clave

Resulta imprescindible cuantificar el impacto para identificar acciones clave en la ruta hacia la descarbonización y alcanzar los objetivos propuestos. En este sentido, el análisis de ciclo de vida (ACV) es fundamental para evaluar el impacto ambiental, siendo una herramienta clave en la medición de la sostenibilidad.
A pesar de que esta herramienta todavía se encuentra en una fase incipiente de su desarrollo, existen diferentes estudios a través de los cuales, es posible obtener marcos de referencia relativos a la huella de carbono asociada a las construcciones que conforman el parque edificatorio en distintos contextos.

 

Diferencias regionales en la huella de carbono

De acuerdo con el informe “Embodied Carbon for European Buildings”, elaborado por OneClick LCA, los edificios de Europa del Este tienen en promedio el mayor nivel de carbono incorporado por metro cuadrado. Este valor se encuentra comprendido entre 580-700 kg CO2e. A continuación, le siguen los edificios de Europa Occidental donde el carbono incorporado promedio oscila entre 510 y 600 kg CO2e/ m2. Finalmente, se encuentran los edificios del norte de Europa, donde el carbono incorporado promedio oscila entre 310 y 350 kg CO2e/m2, en función de la tipología edificatoria.
Las diferencias en los resultados promedio se explican en parte por las prácticas de construcción, y por las diferencias en las características típicas de los edificios en las regiones.

“Los edificios de la región del norte de Europa tienen una parte significativa de la construcción de madera y contienen muchos edificios pequeños, mientras que la mayoría de los edificios de la región de Europa del Este en la muestra son proyectos grandes y complejos”

Experiencia de Ineria Management

En Ineria Management, realizamos análisis de ciclo de vida de edificios y tratamos de estudiar propuestas que reduzcan su huella de carbono.

Doce casos de estudio seleccionados muestran que las huellas de carbono de edificios en la península, tras optimizaciones, suelen estar dentro o incluso por debajo del umbral sugerido.

Prácticas orientadas a reducir el impacto de los materiales en construcción

La sustitución de materiales por otros más sostenibles, la optimización en su cuantía, así como la reducción de los procesos de transporte, y la rentabilidad de los productos al final de la vida útil, permite reducir hasta en un 30% la huella de carbono asociada al edificio.

En relación a ello, se ha observado que, considerar un aumento del contenido reciclado del acero de refuerzo permite disminuir la huella de carbono total del edificio en más de un 7,5 %, y el uso de hormigones con mayor contenido de áridos un 9,2 % adicional. Por otro lado, sustituir las láminas de aislamiento XPS por paneles de fibras minerales un 7,4%, o las láminas impermeabilizantes bituminosas por otras de poliolefina termoplástica un 1,1%.
Reducir el impacto de los materiales en construcción es vital. ya que cada vez son más las opciones de materiales bajos en carbono disponibles en el mercado.
La evaluación del ciclo de vida informa sobre su impacto y facilita las decisiones responsables, dada la creciente disponibilidad de opciones de bajo carbono.
Además, como consumidores y fabricantes es necesario apostar por materiales que presentan grandes virtudes para la transición ecológica, pudiendo llegar a generar así, impactos positivos y regenerativos.


Sandra Azcona

Consultora ESG y Green Building en Ineria Management