La construcción es un sector vital para el desarrollo humano, pero también es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), responsables del cambio climático.

Este sector es responsable del 40% de las emisiones de CO2, además de generar el 30% de los residuos sólidos y el 20% de la contaminación de las aguas. Un factor determinante en este panorama es el uso extensivo del hormigón, un material cuya producción emite grandes cantidades de CO2 a la atmósfera.

Dentro de la industria de la construcción, los materiales juegan un papel crucial tanto en la funcionalidad de las estructuras como en su impacto ambiental.

La huella de carbono de los materiales de construcción y el análisis de ciclo de vida son herramientas fundamentales para comprender y mitigar este impacto ambiental.

 

¿Qué es la huella de carbono?

 

La huella de carbono, definida por la norma ISO 14067, representa la cantidad de gases de efecto invernadero generados directa e indirectamente durante una actividad o a lo largo del ciclo de vida de un producto o servicio. En este contexto, el dióxido de carbono (CO2) se convierte en un protagonista clave en la evaluación de las emisiones, dada su relevancia en el cambio climático y el calentamiento global, dos problemáticas cruciales en el ámbito del desarrollo sostenible.

Cuando se aplica a materiales de construcción, la huella de carbono abarca todas las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas desde la extracción y fabricación de un material hasta su disposición final. Esto incluye tanto las emisiones directas, como aquellas producidas durante la fabricación del material, así como las indirectas, que pueden provenir del transporte de los materiales o de la energía utilizada en el proceso.

Principales materiales de construcción y su huella de carbono

 

  1. Cemento: el cemento es uno de los materiales más utilizados en la construcción, pero su producción es intensiva en energía y genera grandes cantidades de CO2. Aproximadamente el 8% de las emisiones globales de CO2 provienen de la producción de cemento.
  2. Acero: el acero también tiene una huella de carbono significativa debido a su proceso de fabricación, que implica altas temperaturas y emisiones de CO2.
  3. Madera: la madera es un material renovable y de bajo impacto ambiental en comparación con el cemento y el acero. Sin embargo, su huella de carbono depende de factores como la gestión forestal sostenible y la distancia de transporte.
  4. Plásticos y compuestos: estos materiales tienen una huella de carbono variable dependiendo de sus componentes y métodos de fabricación.

Estrategias para reducir la huella de carbono

 

  1. Uso de materiales alternativos: buscar alternativas de bajo carbono, como cemento con bajo contenido de clínker, acero reciclado, madera certificada y materiales compuestos más sostenibles.
  2. Eficiencia energética: mejorar la eficiencia en la producción de materiales y en el proceso de construcción para reducir el consumo de energía y las emisiones asociadas.
  3. Optimización del transporte: reducir las distancias de transporte y fomentar la logística eficiente para minimizar las emisiones de transporte de materiales.
  4. Diseño sostenible: adoptar principios de diseño sostenible que minimicen la cantidad de materiales necesarios y optimicen su rendimiento a lo largo del ciclo de vida de la construcción.

Importancia del Análisis de Ciclo de Vida

 

Para comprender y gestionar adecuadamente la huella de carbono en la construcción, es fundamental recurrir al Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Este enfoque sistemático y objetivo evalúa las cargas ambientales asociadas con un producto, proceso o actividad a lo largo de todas sus etapas, desde la extracción de materias primas hasta la disposición final del producto.

El ACV no solo identifica y cuantifica el uso de materiales y energía, sino también los vertidos al entorno, lo que permite desarrollar estrategias efectivas de mejora ambiental.

El objetivo de calcular la huella de carbono en la construcción es comprender las emisiones de CO2 asociadas con cada etapa del ciclo de vida de los materiales de construcción, desde la obtención de materias primas hasta su eliminación. Esta comprensión permite a los actores del sector tomar decisiones informadas para minimizar el impacto ambiental, adoptando medidas como el uso de materiales alternativos, la mejora de la eficiencia energética, la optimización del transporte y el diseño sostenible.

 

El compromiso de Ineria

 

La gestión de la huella de carbono en los materiales de construcción es esencial para abordar el desafío del cambio climático. El análisis de ciclo de vida se presenta como una herramienta efectiva para evaluar y mitigar estos impactos, proporcionando información crucial para la toma de decisiones responsables. Adoptar enfoques innovadores y sostenibles en la selección y uso de materiales de construcción nos permite avanzar hacia un futuro donde las edificaciones sean no solo funcionales y seguras, sino también ambientalmente responsables y sostenibles.

En Ineria, nuestra experiencia respalda esta visión al priorizar el análisis de ciclo de vida y proponer soluciones para reducir la huella de carbono en las edificaciones. Reconocemos la importancia de elegir materiales bajos en carbono y promovemos activamente su uso para lograr una transición ecológica exitosa. Es fundamental la colaboración entre la industria, los gobiernos y la sociedad para alcanzar un futuro construido más sostenible y regenerativo.